martes, 18 de abril de 2017

Byrek o Borek (Mi versioón dulce)

 

Buenos días a todos y en especial a mis reposteras viajeras, que me acompañan un mes más en estos viajes imaginarios. Donde aprendemos nos divertimos y nos conocemos un poco más cada mes.

 
Reto que fue creado por Pili de Tothom a la cuina, y que ahora soy la encargada de dirigirlo. 


La encargada de organizar este viaje y elegir destino para este mes...,
Rosi Díaz del blog Mi mundo Pincake. ¡¡¡Destino Albania!!!



Había tantas recetas por probar que me gustaban, y a la final decide que haría esta receta que le tenía echado el ojo hace ya mucho tiempo, pero en versión dulce.



Eche un vistazo a la nevera, y vi que tenía todo lo necesario así sin más y sin pensarlo me puse manos a la masa y salió esta deliciosa receta.

En un principio pensaba hacer un rosco grande, pero...  la pasta filo se seca muy rápidamente, y el tener todas las hojas extendidas en línea recta era complicado por el espacio, ese día tenía la cocina a toda marcha. Así que hice varias porciones y desiguales para formar una sola. Y creo que quedo bastante bonito.




Pero lo mejor es lo bueno que esta, es un vicio, la tomamos en el desayuno de un domingo y desapareció en unas horas, porque aquello era una tentación se deja comer solo. Y claro después vienen los remordimientos.


La he rellenado con mascarpone y fresas naturales picadas, aunque podéis añadir la fruta que más os guste o frutos secos. También pensé en preparar crema de naranja, para mezclar con las fresas. Pero decidí dar uso al mascarpone para ir haciendo hueco en la nevera.



Byrek o Borek 
(Mi versión dulce)


Ingredientes:

1 paquete de pasta Yufka (Yo pasta filo)
225 g de queso mascarpone
125 g de fresas picadas (O frambuesas)
3 o 4 cucharadas soperas de azúcar (El mío casero aromatizado con vainilla)
Mantequilla derretida.
1 Huevo batido
Sésamo para decorar (Opcional)
Azúcar glas para decorar.

Elaboración:

Comenzamos poniendo el queso junto con el azúcar glas avainillado en un bol y batimos hasta integrarlo y tener una crema.

Le añadimos las fresas picadas en pequeños dados.
Mezclamos solo lo justo para integrar y repartir la fruta.

Ponemos la mezcla en una manga pastelera y dejamos en la nevera por una hora hasta que coja consistencia.

Una vez el relleno esté listo comenzamos a extender las láminas de pasta filo. De una en una y tapando bien las restantes para que no se sequen.
Pintamos con mantequilla derretida, ponemos el relleno a lo largo formando un cordón.


Enrollamos y hacemos un caracol, rápidamente para que no se seque, si vemos que se reseca pincelamos con la mantequilla derretida.
Colocamos en un molde para horno forrado con papel vegetal o engrasado.


Así con el resto de las hojas.

 
Horno 180º  precalentado. 

Pintamos con huevo batido o con mantequilla fundida.

Si queremos poner  las semillas de sésamo, sera el momento. (Yo no lo puse) 
Horneamos por unos 45 minutos, 0 hasta que esté bien dorado.

Sacamos dejamos perder calor, des moldamos.


Ponemos azúcar glas por encima, con la ayuda de un colador y.... ¡A disfrutarlo!


Se puede tomar tanto en templado, acompañado de helado o en frío.
Es muy crujiente y agradable al paladar la combinación de texturas.
Se debe comer en el día, o en 24 horas. Después la masa se humedece y pierde ese crujiente tan delicioso, aunque de igual manera está muy rico.





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¡¡Hasta pronto!!


lunes, 10 de abril de 2017

Gofres de Semana Santa



Esta es una receta nueva que surgió en un momento de inspiración,  pensando en que prepararía para el desayuno del fin de semana.
Hace semanas que vengo preparando torrijas, dulce popular de esta época del año.
A mí  me gusta prepararlas y probar nuevos sabores. 
Recién hechas me encantan. Pero cuando pasa más de un día, ya no me llaman tanto la atención. (Aunque no suelen durar mucho, tengo aun devorador de torrijas en casa)


Se me ocurrió preparar unos gofres, para el desayuno del sábado pasado, y dar un poco de uso a esos pequeños electrodomésticos que compramos y que pasan mucho tiempo en el armario.
 La gofrera no es mía, es de mi hija a ella le encantan los gofres, se la regalaron hace ya algunos meses. Pero creo que la voy a utilizar yo más que ella.
El caso es que... se me ocurrió prepararlos como si fueran torrijas, que tuvieran el sabor de este dulce tradicional, con forma de gofre.
¿Quería yo ver, si eran capaces de darse cuenta? Y si yo, podia conseguirlo.
No les añadí ni chocolate, ni cremas ni nada que pudiera ocultar el sabor. Los acompañe de fruta, zumo de naranja y café.


El primer mordisco, pasó un poco desapercibido pero al segundo, la cosa cambio. Ya en ese bocado hubo gestos, se dieron cuenta y dijeron:

 ¡¡Saben a torrijas!! ¡¡Y con la textura de bizcochito, que ricos!!

 Una sonrisa ilumino mi cara. Lo había conseguido,  había preparado gofres torrijeros, o de torrijas. No sé muy bien cómo llamarlos. Lo dejamos en Gofres de Semana Santa, que es el título que he puesto a la receta.

Quedan muy ricos, saben a torrijas, con forma de gofre. Eso  era lo que yo quería, la receta paso la prueba con nota. 
Son un buen desayuno o merienda para estas fiestas. Se hacen rápido, no tienen ninguna complicación.

Si no tenéis gofrera podéis prepararlos en los moldes de horno, a 180º por unos 20 m o hasta que estén dorados.
¡¡Vamos con la receta!!


Gofres de Semana Santa

Ingredientes:

125 g de mantequilla
25 gr de azúcar de caña
10 gr de azúcar acanillado
3 huevos
250 gr de harina
8 gr de levadura química
150ml de leche
1 vaina de vainilla
1 rama de canela
Cascara de naranja y de limón

Elaboración:

Ponemos la leche en un cazo junto con la cascara de limón y naranja, la canela y la vaina de vainilla abierta.

Dejamos que de un hervor, retiramos del fuego y dejamos que se enfríe tapado para que se impregne bien de todos los sabores.

Batimos la mantequilla junto con el azúcar, hasta formar una crema. Le incorporamos los huevos uno a uno.

Tamizamos la harina, junto con la levadura. 

Colamos la leche que ya estará fría, temperatura ambiente.

Incorporamos la harina  a la mezcla por partes, alternándola con la leche. Y acabando siempre con la harina.

Dejamos reposar la masa por una media hora.

Calentamos la gofrera,  y engrasamos con mantequilla derretida, con la ayuda de una brocha. 

 Ponemos 2 o 3 cucharadas de la mezcla por gofre, dejamos hasta que estén bien dorados. Colocamos sobre una rejilla, dejamos enfriar.





Así, de esta manera tendremos un dulce con sabor a esta época del año, pero de manera diferente.

Se pueden bañar con un almíbar de miel, con chocolate,  con crema inglesa. Con lo que más os guste.


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