sábado, 18 de agosto de 2018

Pan gallego (Con moña)




El pan gallego es un pan con un intenso sabor y  aroma a trigo, con una corteza dura y crujiente y una miga suave y muy humedad.
Para elaborar este pan he utilizado ¾ partes de harina gallega el resto harina de fuerza para hacer pan.

Esta harina tiene una gran absorción al agua, por lo que nos permite hacer una masa muy hidratada, una de las características principales de este delicioso pan.



Es un proceso largo, pero como veis no es nada complicado.
Lo principal es tener una buena harina de fuerza gallega. La materia prima es fundamental en la elaboración de estos panes tan apreciados y populares en España y en otros muchos países. 



Este pan con moña, era mi favorito en mi infancia, yo siempre me pedía la moña para mí.

Un pan con intenso sabor y unos aromas únicos. Delicioso para acompañar cualquier tipo de comida o para el desayuno o merienda.
Una rebanada de pan acompañado de algún embutido es un estupendo plan.





Pan gallego (Con moña)


Ingredientes:
425 gr de harina de fuerza (harina gallega ¾ partes)
125 g de masa madre
8 g de sal
3 g de levadura fresca
390-425 g de agua mineral

Masa madre (masa vieja)
70 g de harina de fuerza
55 g de agua mineral
3 g de levadura fresca
2 g de sal

Elaboración:
Comenzamos elaborando la masa mare o masa vieja.
En un recipiente pequeño ponemos los ingredientes y mezclamos. Tapamos y dejamos por dos horas.
La masa habrá crecido, quitamos el gas lo tapamos y dejamos en la nevera por al menos un día. 

Elaboración de la masa:
En un recipiente o en el bol de la amasadora, ponemos la harina, la sal, la levadura y 390 gr de agua.

Mezclamos todo por unos minutos, tapamos y dejamos reposar por media hora para que la harina coja toda la humedad.

Después le añadimos poco apoco el resto del agua y la masa vieja. 
Que la tendremos a temperatura ambiente.
(si queda muy liquida no añadirle todo el agua, ir poco apoco)


Huna vez todo integrado, lo tapamos y dejamos reposar unos 20 m.
Seguimos amasando hasta conseguir una masa lisa, será manejable pero un poco pegajosa debido a la alta hidratación.

Podemos hacer este proceso a mano o en la amasadora, dando el último toque amasándolo a mano.

Hasta conseguir una masa lisa brillante y con burbujas de aire.
Ponemos la masa en un bol engrasado con aceite, lo dejamos reposar por una hora.

Destapamos y doblamos los extremos hacia el centro en forma cuadrada o de sobre.

Tapamos y volvemos a dejar por una hora más.
Volvemos a plegar  de la misma manera y volvemos a dejar levar hasta que triplique su volumen.

Ponemos un poco de harina sobre la mesa de trabajo, volcamos la masa.
Formamos una bola, llevando desde los extremos al centro la masa sin aplastarla.

Sellamos los pliegues en el centro y volvemos dejándolos hacia abajo.
Ponemos sobre papel vegetal y le damos la forma redondeada si la hubiera perdido.

Tapamos con un paño y dejamos por 20 m reposar.

Después con los dedos en el centro cogemos un pellizco de masa y retorcemos para formar la moña.

Podemos hacer unos cortes (4) en forma de cruz desde la moña a los extremos.  

Calentamos el horno a máxima potencia 250 grados, calor abajo.
Lo ponemos en la bandeja del horno en la parte baja. Dejamos por 15 m y bajamos la temperatura a 200 grados. Y ponemos el horno con calor abajo y arriba.

Dejamos por 45 minutos más o hasta que esté bien dorado.

Sacamos y dejamos enfriar sobre una rejilla.