jueves, 1 de noviembre de 2018

Buñuelos de viento (Xavier Barriga)



Son unas pequeñas bolitas de masa frita, que se pueden rellenar de crema o bien tomarlos tal cual con azúcar.
Esta masa también nos sirve para rebozar  trozos de fruta, como manzana, plátano…



Es un postre tradicional en España, de origen judío.
Los sefarditas elaboraban unos bollos fritos con harina de trigo a los que llamaban bimuelos ya en el siglo X para celebrar la Janucá, no eran idénticos a los que conocemos hoy en día, pero sí muy parecidos.
La Janucá judía es muy próxima en fechas a la celebración de Todos los Santos, los cristianos adoptaron este postre como otros muchos para esta fecha, el 1 de Noviembre.
En algunas zonas de España, como en Andalucía, se preparan en carnaval y en cuaresma, pueden ser dulces o salados como los de bacalao.
En Madrid son tan famosos como los churros, porras o torrijas y en algunas pastelerías los tienen durante todo el año. Aunque en  el día
De los Todos los  Santos (1 de noviembre), se llenan los escaparates con este dulce, relleno de cremas, nata o chocolate. 
Yo preparo desde hace un par de años estos dulces con la receta de Xabier Barriga. Porque me salen estupendos. Simplemente con azúcar y sin relleno calentitos con un chocolate son una merienda estupenda, para compartir con familiares y amigos.


También utilizo la misma masa para preparar buñuelos de manzana y plátano.




Buñuelos de viento


Ingredientes:(50 buñuelos)

250 ml de agua
150 g de mantequilla
350 g de huevo aproximadamente (7 unidades)
200 g de harina floja
25 g de azúcar
½ rama de canela
la ralladura de ½ limón
azúcar para rebozar

Elaboración:

Pon el agua a hervir con la canela y la ralladura de limón. Cuando arranque el hervor, retírala del fuego y tápala para que la infusión retenga todos los aromas. Cuando se haya enfriado, guárdala en la nevera hasta el día siguiente para que se impregne bien de los aromas. (Pueden ser un par de horas)

Pásala por un colador y ponla nuevamente a hervir añadiéndole la mantequilla troceada.

Cuando hierva el agua con la mantequilla fundida, retírala del fuego, agrégale la harina floja mezclada con el azúcar y remueve enérgicamente con una cuchara de madera hasta formar una masa. 

Esta operación se llama escaldado y es clave para obtener unos buenos buñuelos de viento.

Vierte la masa escaldada en el vaso del robot de cocina. Trabájala con el accesorio pala a velocidad media, unos minutos para que se enfríe ligeramente.
A continuación, añade los huevos de uno en uno sin dejar de batir. 

También puedes hacer esta operación con un batidor manual o una cuchara de madera. La cantidad de huevos no es nunca exacta porque depende del tamaño de los mismos, de la capacidad de absorción de la harina y del escaldado que hayas realizado. 

Lo importante es obtener una masa cremosa y no excesivamente blanda.

Pon aceite de oliva a calentar hasta la temperatura de fritura (170-180 °C). 

Llena con la masa una manga pastelera con boquilla lisa y deja caer porciones en el aceite. Ayúdate con los dedos, que te irás mojando con un poco de aceite en un recipiente aparte.
Cuidado con las salpicaduras de aceite. 

Cuando empiecen a dorarse ellos mismos se van dando la vuelta y acaban fritos por todos los lados igual.


 

No llenes la sartén con demasiados buñuelos para que puedan darse la vuelta con facilidad.
Retira los buñuelos y déjalos escurrir sobre un papel absorbente durante un par de minutos. Después rebózalos en azúcar.




Pincha en los buñuelos, con la ayuda de una manga pastelera con una boquilla, rellena de crema unos cuantos buñuelos de viento. También puedes rellenarlos de crema de chocolate o de nata montada.


La crema del relleno la prepare en unos minutos en el microondas podéis ver como AQUI


















domingo, 28 de octubre de 2018

Panecillos integrales





Preparar pan en casa, es una experiencia única. ¡¡Esto engancha!!
No lo hago a diario, pero si una o dos  veces a la semana, si puedo.

Me gusta preparar pan, y ver como disfrutan de él.  Porque su sabor es diferente, su miga su textura…


Esto no significa que no compremos pan en casa. Todo lo contrario, hacer pan te hace valorar y saber distinguir un buen pan. Sobre todo valorar el trabajo de los maestros panaderos, que comienzan de madrugada su trabajo, para que el pan esté listo a primera hora de la mañana.  Aprendes a apreciar un trabajo bien hecho y pagas con gusto una hogaza elaborada artesanalmente. Aprendes a disfrutar, a comer bien sano y saludable.

Hoy en día hay gran variedad de panes en el mercado, de todos los precios. No es fácil encontrar un buen pan, pero si lo encuentras no lo dudes, cómpralo y disfrútalo.

La materia prima es fundamental como en todas las elaboraciones, en esta la harina es el ingrediente más importante.
Los panecillos que os trigo hoy esta hechos con harina de espelta. A simple vista la espelta y el trigo son  cereales muy parecidos.  En la realidad hay grandes diferencias entre estos dos granos. La espelta es un  antiguo cereal con  mayores  beneficios, a nivel nutricional y para el medio ambiente. Si quieres saber más, pincha aquí.

La harina que he utilizado para hacer estos panes es espelta blanca y espelta integral de Harinas la encarnación. 


Ya os he hablado de estas harinas en otras publicaciones. Me encanta esta harina, su masa es muy manejable, absorbe muy bien la humedad. Es una gozada meter las manos en la masa y ver como rápidamente la dominas. Como se transforma en algo vivo, que coge cuerpo y se convierte en una masa manejable. Los que os gusta amasar, sabréis de que os hablo.
Y no me enrollo mas vamos con la receta.


Panecillos integrales

Ingredientes: (12 ud)
300 gr de harina de espelta integral
200 gr de harina de espelta blanca
10 gr de levadura fresca
10 gr de sal
350 gr de agua

Elaboración:
Mezclar los dos tipos de harina
Añadir la levadura, desmenuzar  con los dedos.
Añadir la sal y el agua y mezclar todos los ingredientes. 
Puede prepararse en amasadora o manualmente, ayudado por una rasqueta.
Una vez amasado y obtenido una masa pegajosa pero elástica.
Dejar levar en un bol engrasado con aceite hasta que doble su volumen.


Extender en la mesa y dividir la masa en 12 porciones con el  mismo peso.


Hacer una bola con cada porción y dejar reposar por unos 10 m.


Con cada bola podemos hacer los tipos de pan que más nos gusten.


 



Estrellas, trenzas, panecillos con semillas…





Colocar los panes en una bandeja de horno con papel vegetal y dejarlos levar tapados con un paño de algodón, por una hora o hasta que duplique su tamaño.
Horno 250º los 10 primeros minutos. Después bajar la temperatura a 220º y dejar hasta que estén dorados unos 15 m más aproximadamente.





Sacar y dejarlos enfriar sobre una rejilla.