Bienvenido Junio, hay... ya huele a veranito, esta época del año que tanto me gusta.
Cargo energía para todo el año, porque me encanta el calor, si me encanta, ya sé que algunos me vais a odiar pero... Me da vida y energía, no sé si será porque nací en agosto pero me siento genial en esta época del año.
Creo que me encantaría vivir en un lugar donde las temperaturas no bajaran de los 25 grados. Yo,...seria feliz.
Bueno, a lo que íbamos... la receta, este bizcocho lo prepare el domingo, me levante temprano y me encerré en la cocina, lo necesitaba.
Quería preparar un bizcocho para el desayuno, mi princesa ha estado pachucha la semana pasada con la garganta y con mucha fiebre así que quería hacerla lago rico y muy esponjoso para el desayuno.
Su bizcocho preferido es el de limón , así que me puse manos a la masa e intente mejorar la receta cambiando cantidades de ingredientes y añadiendo otros. Ya sé que está mal decirlo pero es que no tengo abuela. Una vez más conseguí lo que quería, todo un éxito.
Pero... me tuve que pasar todo el rato pegadita al horno porque le tengo pidiendo la jubilación, con el lío de la semana no he podido salir a encargar el nuevo y la verdad es que va por libre porque el termostato se dispara y sube de temperatura cuando le viene en gana.
Así que, me pase un buen rato de vigilante. Pegadita, al cristal. Finalmente, me guié por el aroma punto clave para saber que estaba en su punto y atreverme a abrir la puerta del horno. Tengo un olfato estupendo, no me falla nunca. (Para bien y para mal...) En menos de 30 minutos tenía mi bizcocho listo.
Bizcocho de Miel y Limón
3 huevos
175 g de azúcar
125 g yogur griego
Ralladura de 1 limón
Zumo de un limón
60 g de miel de flores
75 g de AOVE
230 g de harina
1 sobre de levadura
1 cucharadita de bicarbonato
Azúcar glas par decorar
Elaboración:
Batimos los huevos con el azúcar, a velocidad media, hasta que blanquee y aumente su volumen hasta conseguir punto pico pájaro.
Añadimos en aceite, mezclamos a velocidad baja.
Incorporamos el yogur con la ralladura y mezclamos.
El zumo con la miel y mezclamos, hasta tener todo integrado.
Tamizamos la harina junto con la levadura y el bicarbonato y lo añadimos a la mezcla poco a poco. Hasta que este toda integrada.
Forramos un molde, vertemos nuestra masa y llevamos al horno 180 g unos 30 m. El tiempo dependerá del molde y del horno así que ir vigilando. Y comprobar con una brocheta antes de sacarlo.
Sacamos dejamos templar, desmoldamos y dejamos enfriar sobre una rejilla.
Le ponemos azuúcar glas por encima y... ¡¡listo para tomar!!