sábado, 28 de diciembre de 2019

Café Bombón light


Café Bombón  light
(Con leche condensada casera light)


Hace tiempo que tengo en mente preparar esta leche condensada, y de verdad que ha sido todo un acierto.
Queda muy cremosa y súper rica. Lo primero que hice es un delicioso café bombón. Que me gusta mucho, porque me recuerda a mi padre, que hace años que ya no está entre nosotros.
El poderlo tomar con esta leche casera y sin azúcar es muy agradable, mi madre es diabética. Sé que le va a gustar mucho poder disfrutar de este café, que tan buenos recuerdos nos trae.
La receta no puede ser más sencilla de preparar, así como los ingredientes.
Puedes prepararlo con la leche que más te guste o la que uses, yo lo preparare con leche desnatada.
Le di un toque personal, poniendo a la mezcla una cucharada de esencia de vainilla, pero no es necesario. Puedes omitirlo.


Leche condensada casera light

Ingredientes:

500 ml de leche la que uses
500 gr de leche en polvo (La mía desnatada)
5 cucharadas de edulcorante (Stevia)
Una cucharada de esencia de vainilla (Opcional)

Elaboración:

Ponemos todos los ingredientes en el vaso de la batidora y dejamos por unos  4 a 6 minutos.
Dejamos que se mezcle y se integre todo, ira adquiriendo una textura cremosa.
Una vez todo bien mezclado, lo ponemos en un recipiente con tapa, yo lo puse en dos  tarros de cristal con boca ancha, y lo deje en la nevera hasta el día siguiente.
Acabará de coger consistencia y espesara un poco más. Así ya la tendremos lista para usar a nuestro gusto o antojo.




martes, 3 de diciembre de 2019

Galletas de nuez



Estas galletas o pastas libanesas, no es fácil describirlas. Son una verdadera delicia. Me encanta tomarlas con un té, apenas ingredientes, sencillas no pueden ser más.  Y en boca es todo un lujo para el paladar, de textura fina y delicada con el toque que le da el agua de azahar y los frutos secos, pero lo mejor es que probéis y después me contéis si tengo o no razón.


Guarda bien esta receta que la vas a preparar muchas, pero que muchas veces.
La comida libanesa me tiene enamorada, los postres son una locura.
Como sabéis en ellos no falta el agua de azahar y el agua de rosas, convirtiéndose en el ingrediente fundamental de su repostería. Sin estas dos fragancias exquisitas, la repostería  no sería lo mismo, tanto con una de ellas o ambas en una misma receta.

Se utiliza en pasteles, sorbetes, galletas, mermeladas… A mí me vuelven locas las dos juntas, me transportan a ese mundo mágico y único de la gastronomía árabe.


La receta original es con nueces, pero podéis cambiar por el fruto seco que más os guste.

El fruto seco va picado, pero yo hago mi propia versión poniendo el relleno y encima una media nuez entera.
Me parece que quedan muy bien así, encontrarte entera la nuez me gusta mucho. 
Como veis utilice nueces pecanas, que me encantan, las compro ya peladas me facilitan mucho el trabajo.

Y en otras le puse almendra al relleno para darle otro toque,  también quedan súper buenas.




Galletas  de nuez 
(33 galletas)

Ingredientes:
250 gr  de harina
200gr de mantequilla temperatura ambiente
80 gr de azúcar glas
2 cucharadas de agua de azahar

Relleno
40 gr  de nueces troceadas
20 gr de azúcar glas
1/2 cucharadita de canela molida
2 cucharadas de azúcar moreno

Elaboración:
Ponemos en un bol la mantequilla y el azúcar y mezclamos bien, hasta formar una crema blanquecina.
Añadimos las dos cucharadas de agua de azhar.
Le incorporamos la harina, mezclamos primero con una cuchara, después terminamos de intégralo con la mano.
Hacemos bolas de unos 15 gr, y las colocamos sobre papel de hornear en la bandeja del horno. Dejando separación y alternándolas para que circule bien el calor entre ellas.
Si la masa está muy blanda, dejamos en la nevera mientras preparamos el relleno.
Ponemos todos los ingredientes en un bol y mezclamos.
Presionamos cada bola con cuidado dejando un hueco en el centro, donde colocaremos el relleno.
Calentamos el horno a 170 º
Llevamos al horno las galletas por unos 15 m o hasta que estén doradas.
Sacamos, dejamos enfriar.
Conservar en un recipiente hermético.