El Krafne, es un dulce típico Croata, que se toma en Semana Santa.
Es muy parecido a las berlinas, quedan muy esponjosos. El toque del relleno
de la crema, le aporta cremosidad. Aunque yo me los comería igual sin ningún relleno.
Están tan blanditos, que es una
delicia acompañados de un té o un café. ¡¡O un vaso de leche!!
Esta receta la he preparado para el reto #reposterasporeuropa que organiza
Pili de Tothom a la cuina. La encargada de elegir destino fue: mí querida Maika
de Dulce pecadilla.
El destino Croacia. Me encanto en cuanto lo vi, me trajo muy buenos recuerdos.
De este
país solo conozco Dubrovnik. Es un lugar encantador, precioso, pintoresco... al que espero
poder volver algún día.
Si su repostería es buena, los helados artesanos, ya ni
os cuento. Nada que envidiar a los italianos.
Pasear por Dubrovnik es como volver
al pasado con sus calles empedradas, sus tiendas, sus restaurantes ¡¡Una
preciosidad!!
La receta que os traigo hoy, no tuve ocasión de probarla allí, ya que estuve
pasada la semana santa y este dulce es típico de estas fechasy de carnavales. Si a mí, me han quedado buenos… no quiero ni imaginar lo que sería tomarlos
allí disfrutando de las vistas con un café.
Krafne
(Dulce Croata)
(Dulce Croata)
Ingredientes:
Leche (cantidad necesaria 300ml aproximadamente)
250 g de harina de fuerza
2 yemas
15 gramos de levadura fresca de panadero
2 cucharadas soperas de azúcar
Azúcar glasé para cubrir
Aceite para freír
Crema pastelera para rellenar. La receta la tenéis aquí.
Elaboración:
Deshacemos la levadura en medio vaso de leche templada y le ponemos una cucharadita de azúcar. Dejamos reposar 30 minutos.
En un bol ponemos la
harina tamizada, en el centro hacemos un hueco y ponemos las yemas, las dos cucharadas
soperas de azúcar y la mezcla de la levadura, una vez haya fermentado.
Vamos mezclando y
añadiendo la leche poco a poco según sea necesario.
Tendremos que conseguir
una masa blandita, no compacta, así que la leche dependerá del tipo de harina,
yo le puse unos 350 ml más o menos.
Dejaremos reposar la masa
cubierta con un trapo o film de plástico. (Unos 40m)
Pasado este tiempo
enharinamos la mesa y ponemos la masa, extendemos con un rodillo hasta
conseguir un espesor de 1.5 cm aproximadamente.
Si nos cuesta estirarla
esperanos unos minutos, la masa se relajara y nos será más fácil que mantenga
su espesor y no se encoja.
Cortamos círculos con un
cortador enharinado o con un vaso. Es importante pasarlo por harina para que no
se pegue, ya que la masa debe de estar muy blanda. Dejamos reposar 15 minutos.
Ponemos en un cazo aceite
a calentar, vamos friendo los círculos. Primero por el lado que estaba apoyado
en la mesa y después volvemos con cuidado para que se doren bien por los dos
lados.
Sacamos dejamos sobre
papel de cocina para eliminar el exceso de aceite.
Dejamos enfriar, con una boquilla de relleno le
pinchamos por un lateral y le ponemos dentro un poco de crema pastelera. (Aquí podéis
ver cómo prepararla rápidamente, en microondas)