El
mollete es una forma de pan diferente, delicioso para los desayunos, tostado
con aceite y jamón o manteca colorá. Esa buena costumbre la tienen en Andalucía,
para comenzar el día.
Hay
variedad de molletes, de diferentes estilos : los molletes de Antequera, de Écija,
de Marchena, los de Portugal con un corte en el centro.
Es
un panecillo con una cocción corta, ya que por lo general se toma tostado antes
de consumirlo.
Se puede
tostar abierto o cerrado, manteniendo la miga más jugosa al abrirlo.
En
este pan no se busca que tenga un gran volumen, por lo que no es necesario
utilizar harina de fuerza. También se le puede añadir sémola de trigo duro, y
darle un color dorado típico de los panes del sur.
Lo único
que es importante en la elaboración de este pan, es que este bien fermentado
antes de entrar en el horno para que no reviente. Por lo que hay que dejarlos
qe hinchen bien.
Molletes (Iban Yarza)
Ingredientes:
Fermento o masa madre:
100
gr de harina de repostería
3
gr de levadura seca o (1 gr de levadura fresca)
60 gr de agua
60 gr de agua
Masa final:
300
gr de harina de repostería(Floja sin levadura)
200
gr de harina panificable
315
gr de agua
20
gr de manteca (yo 30 gr de AOVE)
12 gr
de sal
2
gr de levadura seca. (6 gr de levadura fresca)
Elaboración:
Masa madre: disolver la levadura en el agua y añadir
la harina, mezclar bien. Dejar ½ hora a
temperatura ambiente y después guardar en la nevera, hasta el día siguiente.
Pasado
el tiempo de reposo y sin sacar del bol, nos mojamos la mano y le damos unos
pliegues a la masa desde afuera hacia adentro girando el bol, en cada plegado.
Dejamos
reposar 15 m y volvemos a repetir los mismos plegados. Curiosamente la masa se
ira haciendo más manejable y elástica.
La masa
se ira alisando y quedara más fina.
Entonces la daremos forma de bola y la dejaremos levar tapada de 1 a 2 horas hasta que doble su volumen.
Cuando
presionemos con los dedos y la masa se quede hundida será el momento, de poner
la masa sobre la mesa y dividirla en partes iguales de 80 gr.
Colocamos
las piezas sobre papel vegetal en la bandeja del horno y dejaremos fermentar
por una hora.
Cuando
al tocarlos con un dedo se queda marcado será el momento de hornearlos. Si lo
hacemos antes se abrirán y no quedaran lisos.
Calentamos
el horno a 200 grados y ponemos un recipiente con agua en el fondo.
Horneamos
por 10 m, y quedaran blancos, tiernos y
esponjosos, con una fina corteza.
Si se quieren más dorados bastara con dejarles unos minutos más en el horno
Si se quieren más dorados bastara con dejarles unos minutos más en el horno
Para
darles aspecto más rustico podemos ponerles un poco más de harina por encima
con un colador antes de hornearlos.
Se ven realmente tiernos. Además está muy bien explicado. Los haré sí o sí.
ResponderEliminarUn saludo
Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
ResponderEliminarestupendos y muy bien explicado.saludos
ResponderEliminarMUchas gracias!
EliminarEspero que te gusten
En el frigorífico se mete tapado o sin tapar?
ResponderEliminarSi, hay que taparlo siempe para que no se reseque.
EliminarEn el frigorífico se mete tapado?
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