lunes, 1 de junio de 2015

Bizcocho de Miel y Limón

Con este bizcocho, despido mayo y comenzamos junio.
Bienvenido Junio, hay... ya huele a veranito, esta época del año que tanto me gusta. 
Cargo energía para todo el año, porque me encanta el calor, si me encanta, ya sé que algunos me vais a odiar pero... Me da vida y energía, no sé si será porque nací en agosto pero me siento genial en esta época del año.
Creo que me encantaría vivir en un lugar donde las temperaturas no bajaran de los 25 grados. Yo,...seria feliz.

Bueno, a lo que íbamos...  la receta, este bizcocho lo prepare el domingo, me levante temprano y me encerré en la cocina, lo necesitaba.


 Quería preparar un bizcocho para el desayuno, mi princesa ha estado pachucha la semana pasada con la garganta y con mucha fiebre así que quería hacerla lago rico y muy esponjoso para el desayuno.
Su bizcocho preferido es el de limón , así que me puse manos  a la masa e intente mejorar la receta cambiando cantidades de ingredientes y añadiendo otros. Ya sé que está mal decirlo pero es que no tengo abuela. Una vez más conseguí lo que quería, todo un éxito. 

Pero... me tuve que pasar todo el rato pegadita al horno porque le tengo pidiendo la jubilación, con el lío de la semana no he podido salir a encargar el nuevo y la verdad es que va por libre porque el termostato se dispara y sube de temperatura cuando le viene en gana.

 Así que, me pase un buen rato de vigilante. Pegadita, al cristal. Finalmente, me guié por el aroma punto clave para saber que estaba en su punto y atreverme a abrir la puerta del horno. Tengo un olfato estupendo, no me falla nunca. (Para bien y para mal...) En menos de 30 minutos tenía mi bizcocho listo.


Bizcocho de Miel y Limón

Ingredientes:

3 huevos
175 g de azúcar
125 g yogur griego
Ralladura de 1 limón
Zumo de un limón
60 g de miel de flores
75 g de AOVE
230 g de harina
1 sobre de levadura
1 cucharadita de bicarbonato
Azúcar glas par decorar

Elaboración:

Batimos los huevos con el azúcar, a velocidad media, hasta que blanquee y aumente su volumen hasta conseguir punto pico pájaro.

Añadimos en aceite, mezclamos a velocidad baja.

Incorporamos el yogur con la ralladura y mezclamos.

El zumo con la miel y mezclamos, hasta tener todo integrado.

Tamizamos la harina junto con la levadura y el bicarbonato y lo añadimos  a la mezcla poco a poco. Hasta que este toda integrada.



Forramos un molde, vertemos nuestra masa y llevamos al horno 180 g unos 30 m. El tiempo dependerá del molde y del horno así que ir vigilando. Y comprobar con una brocheta antes de sacarlo.

Sacamos dejamos templar, desmoldamos y dejamos enfriar sobre una rejilla.

Le ponemos azuúcar glas por encima y... ¡¡listo para tomar!! 


jueves, 28 de mayo de 2015

Red velvet Cake o Pastel de terciopelo rojo


Esta famosa tarta,  que apareció entre  los años 40 y 50, de la que hay diferentes versiones de dónde y cómo surge y que recobro su fama en 1989 gracias a la película Magnolias de acero.


Se dice que  la receta era propiedad del Hotel Waldorf Astoria de Nueva York. En los 50, una clienta le pidió la receta al chef del hotel. A su marcha la factura fue muy elevada, debido a la revelación de la receta, ella indignada decidió repartir la receta entre sus amistades. Par popularizarla.

 Otros  dicen que su nacimiento en la cadena Eaton en Canadá, donde los empleados habían jurado guardar silencio y no desvelar la receta, ya que les habían hecho creer que había sido ideada por la matriarca de la familia.

La tercera versión es que la precariedad sufrida durante la Segunda Guerra Mundial,  obligó a los reposteros sureños a introducir remolacha entre los ingredientes de los pasteles para mejorar su aspecto, siendo éste el origen de la Red Velvet Cake.

Sea como fuera, lo que si sabemos que este bizcocho es imprescindible en la repostería, y hoy en día es el preferido en la elaboración de tartas nupciales.

Este bizcocho es uno de los americanos que el más me gustan tiene un sabor característico que le hace que sea diferente a los demás bizcochos, además de ese precioso color rojo que le da nombre. El aroma al hornearlo me encanta, inunda toda la cocina.

Precisamente el día que lo prepare llego una amiga en casa y me dijo que que es lo que habia horneado que olia al entrar al portal. Yo no me lo creí.
Pero si... tenia razón, después una vecina me pregunto también, que si era yo la que había estado haciendo algo de bollería que olía muy bien. 
Me quede  muy asombrada. Sé que huele, pero llega un momento que ya no apredcio el olor. 

Ese día tuve que enseñar el bizcocho a más de uno y os aseguro que se quedaron con las ganas de probarlo.
Como bien sabéis.  yo siempre le hago algún cambio para darle mi toque personal. Y una vez más y aunque este mal decirlo acerté y le di un punto estupendo.

 Aunque hoy os voy a poner la receta tal cual es la original, mis cambios ya  los iré contando.
La receta esta sacada de un libro de Martha Stewar, he probado otras recetas pero la que más me ha gustado ha sido esta, por eso os la pongo.



Red velvet  Cake o  Pastel de terciopelo rojo


Ingredientes:

250 g de harina
30 g de cacao en polvo
250 g de aceite (yo le puse mantequilla)
2 huevos L
1 cucharadita de colorante en pasta rojo.
1 cucharadita de sal
1 cucharada de extracto de vainilla
250 g de buttermilk (250 g de leche y una cucharada sopera de limón)
1 cucharada de bicarbonato
2 cucharadas de vinagre.

Elaboración:

En un recipiente ponemos la leche con el zumo de limón y dejamos reposas sin mover durante al menos 10 minutos.

Tamizamos la harina junto con el cacao y reservamos.

Batimos el aceite con el azúcar, y le añadimos los huevos de uno en uno.

Le incorporamos el colorante, el extracto de vainilla y la sal, mezclamos bien.

Empezamos añadiendo la  harina y alternamos con el buttermilk sin dejar de batir acabando  con la harina.

Le añadimos el bicarbonato al vinagre, removemos y añadimos a nuestra mezcla.
Forramos o engrasamos el molde.

Vertemos nuestra mezcla en él y al horno precalentado a 180º durante 40 m aproximadamente.






Después dejamos enfriar y rellenamos y cubrimos con una crema que habitualmente es de queso. Pero admite otras muchas, probar con la que más os guste.