viernes, 7 de septiembre de 2018

Pastelitos de hojaldre y crema pastelera.





Los días van refrescando, y volvemos poco a poco a la rutina.
Parece que el verano se va agotando, muy a mi pesar. Sé que huis del horno con las altas temperaturas. Pero ahora ya no hay excusa.

Vuelven los fines de semana, con comidas familiares, amigos. Aún es tiempo de  cenas al aire libre… porque el verano y el buen tiempo continúa.
Para esas ocasiones, preparar un dulce casero es todo un acierto, sorprender a los invitados con es fácil y rápido con estos pastelitos.

El hojaldre podemos comprarlo ya preparado y la crema del relleno la preparamos en el microondas en unos minutos.



Un poco de brillo por encima con un almíbar o incluso con mermelada y unos fideos de chocolate o unos frutos secos… Y tenemos un postre único personal y delicioso para dejar atodos con la boca abierta.

Una receta sencilla, para los que os inicias en el mundo de la repostería. 



Pastelitos de hojaldre y crema pastelera.


Ingredientes:
Dos láminas de hojaldre (cuadradas)
I huevo

Para la crema:
250 g de leche
Esencia de limón al gusto.
2 yemas
17 g de maizena
La piel del limón

Para el almíbar:
125 g de agua
100 gr de azúcar
Esencia de vainilla o un chorrito de licor.
También podemos calentar con un poco de agua mermelada de melocotón, y pintar con ella nuestros pasteles.


Elaboración:
Preparamos la crema pastelera en el microondas.

Ponemos todos los ingredientes en un bol que sea apto para el microondas Mezclamos bien con las varillas.
Metemos a máxima potencia en el micro durante 2 minutos.
Sácanos y mezclamos bien con las varillas.
Volvemos a meter al micro durante otros 2 minutos más y siempre a máxima potencia.
Sacamos retiramos la cascara del limón, mezclamos bien con las varillas.
Por última vez metemos en el micro, pero tan solo por 1 minuto.

Asombroso pero... la crema estará totalmente hecha, mezclamos bien con las varillas y dejamos enfriar.


De vez en cuando moveremos con las varillas, para  evitar que se hagan grumos y nos quede una crema bien fina y suave.

Una vez fría cubrimos con un papel film, bien pegadito a la crema para evitar que se haga una costra.


Par hacer el almíbar, ponemos en un cazo el agua y el azúcar y dejamos a fuego moderado hasta que el azúcar se disuelva. Y forme un líquido denso. Le añadimos la vainilla o el licor y retiramos del fuego para que pierda temperatura.

Extendemos las dos láminas de hojaldre, para que se descongelen o pierdan temperatura y sean manejables.

Hacemos unas pequeñas marcas para dividirlo en porciones iguales.
Ponemos en cada porción y en el centro una cucharada de la crema.
Colocamos la otra lámina de hojaldre encima, sellando los bordes con un poco de agua.

Marcamos las porciones con una rasqueta o bien con la parte de un cuchillo sin el filo.

Solo queremos marcar bien las porciones, sin llegar acortarlas.
Pintamos con huevo batido.

Lo llevamos al horno precalentado a 220º o a la temperatura  y el tiempo de horneado, que nos indique el fabricante. (Aunque dependerá de nuestro horno y de lo tostado que nos guste)
 
Una vez fuera del horno pintamos con cuidado con el almíbar.

Le ponemos nuestros fideos o frutos secos picados y dejamos enfriar.



Sacamos a la mesa en una bandeja, sin separar las porciones o bien podemos cortarla y presentarlas en platos individuales acompañadas de fruta de temporada.




lunes, 27 de agosto de 2018

Magdalenas de harina de espelta integral




Las magdalenas son:

Un bizcochito pequeño, rodeado de unas historia muy interesantes en cuanto a su origen.
Existen dos versiones, una historia se sitúa en Francia y otra en España, en el Camino de Santiago.

En 1755 el soberano  Stanislas Leszcynski, descubrió esta preparación realizada por una joven campesina, llamada Madeleine Palmier, era sirvienta de la marquesa Perrotin de Beaumont, quien solía recibir al rey polaco, cuando acudía a la localidad de Commercy a cazar.
El monarca las apreció notablemente y le puso el nombre de la muchacha. El pastelito pronto conquistó la corte de Versalles y luego París.


Otra versión más hispánica indica que estos pastelitos los vendía una joven, llamada también Magdalena, en el camino de Santiago, que los hacía para recordar la concha de la vieira. Esta sería una de las razones por las que esta preparación se hizo tan popular por las tierras hispánicas.

Sea como fuere, este delicioso pastelito, es un referente muy importante en la repostería española y Francesa. Actualmente hay multitud de recetas y preparaciones. Partiendo de la receta clásica.

Como esta variedad que os traigo hoy.   Una magdalena con harina de espelta integral, a la que le he añadido Aceite de Oleico Jaén en su variedad de Frantoio.
Esta empresa tiene unos aceites que os recomiendo sin duda y que podéis ves aquí en su página 


Magdalenas de harina de espelta integral

Ingredientes:

210 gr de harina de espelta integral
3 huevos L
175 gr de azúcar moreno
120ml de leche desnatada
190 ml de aceite de oliva suave (Yo frantoio de Oleícola Jaén)
8 gr de levadura química
Una pizca de sal
Copos de avena integral.
Ralladura de dos limas

Elaboración:

Batir los huevos con el azúcar, hasta triplicar el volumen y formar una crema.
Añadir la leche poco apoco y sin dejar de batir.
Añadir el aceite sin dejar de batir.
Mezclar la harina con la levadura, la sal y la ralladura de lima.
Añadir a los líquidos la harina y batir suavemente hasta incorporar todos los ingredientes.
Tapar y dejar en la nevera por dos horas mínimo.
Puedes prepararlo el día anterior y dejar en la nevera hasta el día siguiente.
Precalentar el horno a máxima potencia (yo a 250º)
Sacar la masa  de la nevera y batir un poco.
Preparar la bandeja con las capsulas. Rellenar hasta una tercera parte con la masa.
Poner los copos de avena por encima.
Bajar la temperatura a 210º y hornear por unos 12 a 14 minutos dependerá del horno.
Sacar y dejar enfriar, sobre una rejilla.