No hay mejor manera de relajarse que preparar una
masa de pan. Un alimento básico, y tan
importante en la alimentación y a la vez tan sencillo. ¡¡Tan solo harina, agua,
el fermento y sal!!
Si nunca os habéis atrevido con el pan, os animo
aprobar. Aunque os digo que es adicto y que si empiezas cada vez te gustara más
y más.
Y con esto no os estoy diciendo que no lo compréis
hecho. Noo!!
Nada de eso, os invito a que conozcáis y améis el pan
en sus variedades. No hay nada mejor que saber elegir y comprar un buen pan. Pan
de verdad.
Yo valoro muchísimo a los panaderos que se levantan
temprano para tener el pan listo a primera hora de la mañana. Creo que es un
oficio de los más antiguos y bonito del mundo. En cada pieza artesanal, hay
mucho trabajo y mucho cariño.
Porque el cariño y la dedicación es el mejor
ingrediente.
Aunque si bien es cierto que la materia prima juega un
papel de los más importante.
Este pan le he preparado con harina de espelta de Harinas la Encarnación una empresa familiar
que ha ido extendiéndose y mejorando con el paso de los años, con esfuerzo y
sacrificios (Como se consiguen las cosas de verdad) El tesón y la lucha es lo
que los ha hecho cruzar fronteras y hoy en día exportan sus productos fuera de España.
Os invito a que os paséis por su pagina.
La receta es de uno de mis libros de pan.
La receta es de uno de mis libros de pan.
Pan rustico retorcido (Sin
amasado)
Ingredientes:
500 gr de harina de espelta
325 gr de agua
6 gr de levadura fresca
o 2 gr de seca.
10 gr de sal
Elaboración:
Ponemos en un bol la
harina con el resto de los ingredientes.
Mezclamos con la
mano, hasta conseguir una masa con todo bien integrado.
Dejar por unos 5 m.
Después hacer pliegues desde el extremo al centro, cinco pliegues en total.
Dejar reposar por
unos 15 m y volver a hacer los pliegues.
Tapar y dejar en la
nevera, toda la noche.
Sacar de la nevera,
si está muy frio dejar a temperatura ambiente por unos 30 m.
Extendemos la masa
sobre la mesa enharinada, para que no se pegue y podamos manejarla.
Dejamos que se
extienda, y después estiramos con cuidado, en forma de rectángulo.
Cortamos en dos
tiras, a lo largo.
Ponemos sobre papel
de horno, estirando un poco y retorciendo por los extremos.
Dejamos que repose
por al menos una hora. O hasta que la masa aumente de volumen.
Calentamos el horno
a 250º con la bandeja dentro, para que este bien caliente.
En el fondo del
horno ponemos otra bandeja metálica, en la que echaremos un vaso pequeño de
agua al meter el pan, para que nos genere humedad.
Colocamos las barras
sobre la bandeja del horno, echamos el agua. Dejamos por 10 m y después bajamos
la temperatura a 200º por 30 m más.
Si queremos una
corteza gruesa, dejamos por 40 m apagamos el horno y dejamos 10 m más.