lunes, 9 de febrero de 2015

Tarta de mascarpone y fruta






Me apetecía preparar un postre diferente para el fin de semana. Fruta y  queso como ingredientes principales.
Me di cuenta que no tenía nada de este tipo publicado y me puse a ello. El resultado fue mejor de lo que me esperaba, gusto muchísimo,  conseguí mis objetivos rico y bonito, para presentar en la mesa.




Es una tarta que admite todo tipo de combinaciones ya sea fruta, alguna crema o bañada con chocolate. Como más os guste.

 Hice un pequeño truco durante el horneado para que me quedara un hueco en medio, no sé si fue  por casualidad pero… conseguí lo que quería.
Cuando la tarta estaba cocida a los 30 m, abrí el horno para que el levado que había hecho se viniera un poco abajo, al perder temperatura y me dejara esa forma hueca en el medio. Después de pasados 45 m apague el horno y lo deje dentro para que perdiera temperatura.  Unos 40m después saque, deje enfriar por completo y metí a la nevera sin desmoldar, bien tapada con papel film.

Es como la tarta new york cheesecake, lo único que yo  cambio el queso crema por mascarpone.  A mí personalmente me gusta mucho más en este tipo de tartas. (El sabor)


Con estos ingredientes podemos preparar una tarta grande  de 20-24 cm, o dos pequeñas como yo hice. Quería darles acabados totalmente diferentes, aunque por circunstancias solo pude acabar una,  la otra nos la comimos tal cual quedo después de sacarla del horno y reposar una noche en la nevera.




Tarta de mascarpone y fruta

Ingredientes: (Para dos tartas pequeñas o una grande)

500 g de queso mascarpone
200 g de nata para montar
1 yogur griego
160 g de azúcar
3 huevos M
3 cucharadas soperas de maizena
La ralladura de un limón
Vainilla molida (o una cucharadita de vainilla en pasta)
300 g de galleta digestive
150 g de mantequilla.
50 g de chocolate negro. 
1 sobre de gelatina neutra.

Frutas al gusto, yo puse un fondo de plátano, fresas, Kiwi cerezas confitadas y coco deshidratado.
Para adornar corazones de chocolate negro.

Elaboración:

Precalentamos el horno a 170º

Trituramos las galletas, mezclamos con la mantequilla punto pomada,  hasta conseguir una pasta manejable.
Cubrimos el fondo de nuestro molde con papel vegetal y extendemos las masa de galletas, dejando bien cubierta la base, apretamos con un vaso para que quede bien compacta.

Metemos al horno solo 5 minutas y sacamos y dejamos enfriar mientras preparamos nuestra masa de  relleno.

Batimos el queso mascarpone con el azúcar, hasta que se integre.
 
Le añadimos el yogur y la nata,  a continuación los huevos de uno en uno hasta que estén bien incorporados.

Le añadimos la ralladura de limón, la vainilla ya sea molida o en pasta, mezclamos.

Por último,  de una en una, las cucharadas de maicena.

Vertemos nuestra mezcla en el molde y llevamos al horno durante 45 minutos, si queréis que se forme el hueco como en la mía, abrimos  unos segundos la puerta del horno cuando la tarta está muy levada.  Lo hice a los 30 m aproximadamente. pero... cada horno es cada horno así que tendréis que dejaros llevar por vuestra intuición.

Después de pasados los 45 m apagamos el horno y dejamos dentro al menos otros 40 m más. Para que pierda temperatura dentro y acabe de cuajar.

Sacamos del horno dejamos enfriar por completo a temperatura ambiente, después dejamos durante toda la noche en la nevera y dentro del molde.

Al día siguiente desmoldamos. Estará lista para comer, tal cual. También podemos enriquecerla añadiéndole frutas, mermelada, crema, chocolate…





Derretimos el chocolate y ponemos una fina capa en el hueco de la tarta. Con lo que nos sobra hacemos corazones si tenéis molde o lo que más os guste. (Estos corazones, los venden también hechos. No tiréis los moldes donde viene porque podréis utilizarlos tantas veces como queráis y con el tipo de chocolate que más os guste)

 Metemos por unos minutos a la nevera para que endurezca.

Mientras tanto, preparáis un sobre de gelatina neutra (siguiendo las instrucciones del fabricante) para bañar las frutas, para evitar que se oxiden y se conservan frescas y brillantes.


Primero le puse una capa de rodajas de plátano. Después, trozos de kiwi y fresas, un toque crujiente con unas láminas de coco deshidratado que le dieron un toque divertido, con los corazones de chocolate.









jueves, 5 de febrero de 2015

COCA DE VIDRE

 
No sé  ni porque… hace días que me acorde de estas cocas. Cuando era pequeña, mi madre me lo compraba por las mañanas, en la pastelería de la esquina. Para que me lo llevara al cole y lo tomara en el recreo. 


Recuerdo que me parecían enormes y que yo les llamaba lenguas.  Me gustaba comérmelas poco a poco y con cuidado, porque no quería que se partieran. Y os aseguro que era todo un reto conseguirlo hasta que llegaba la hora del recreo. Lo ponía con mucho cuidado en la cajonera y estaba bien pendiente que nadie se le ocurriera ni acercarse.  Si se rompía… ya no era para mí, lo mismo.  Jajaja... a hora me rio sola al recordarlo. 

¡¡Que cosas... tiene la vida!!!
 

Bueno, pues me apetecía un montón volver a recordar el sabor de la infancia y me puse manos a la masa y prepare mis lenguas pero… como siempre algo diferentes. Les puse almendras por encima y las hice más pequeñas.  Por no sentirme tan culpable, pero no me sirvió de nada. Porque me comí dos de un tirón y calientes. ¡¡No pude resistirme!!
 
Les puse leche en vez de agua, no sé... por qué. Y como no tenía anís para pincelarlas una vez horneadas. Le puse un poco de anís en grano molido por encima junto con el azúcar y quedaron muy buenas.

Yo me las comí del mismo modo a mordisquitos pequeños para que no se rompieran.
Solo una cosa más, dejar muy fina la masa.  Para que queden bien crujientes. Yo las tenía que haber dejado aun un poco más finas.  




Coca de vidre

Ingredientes:

250 g de harina de fuerza
30g de mantequilla a temperatura ambiente
15 g de azúcar
Una pizca de sal
7 gr de levadura fresca de panadero
Anís en grano molido (cantidad al gusto)
100 g de leche ( en esta ocasion lo hice con leche, pero podemos sustituirlo por agua mineral)
25 g de aceite de oliva
Almendras en bastones, azúcar.

 Elaboración:

Ponemos en un bol la harina tamizada, con el aceite. La leche (reservamos un par de cucharadas), el anís molido, el azúcar y la sal. Podemos hacerlo en maquina con el gancho o a mano ayudándonos de una rasqueta. Yo en este caso lo hice a mano porque no necesita mucho amasado.

Cuando este todo bien integrado, le incorporamos la mantequilla y amasamos hasta que este incorporada.

Por ultimo le añadimos la levadura desmenuzada y le añadimos las dos cucharadas de leche que habíamos reservado para que sea más fácil disolverla e integrarla.

Amasamos unos minutos hasta que la masa no se pegue y sea elástica.

Formamos una bola y dejamos en un bol untado con aceite que repose unos 20 minutos.

Después dividimos la masa en porciones de 70 g y boleamos cada pieza. Tapamos y dejamos reposar otros 20 minutos.


Untamos la mesa y el rodillo con aceite y extendemos nuestras bolas, del centro hacia afuera hasta dejarlas bien finas. Colocamos en la bandeja del horno cubierta con papel de hornear. Podemos ayudarnos enrollándolas en el rodillo y extendiéndolas en la bandeja.


Pintamos con aceite de oliva, le ponemos azúcar por encima sin miedo y nuestros bastones de almendras (humedecidos en agua) para evitar que se tuesten demasiado.


Horno precalentado a 200º

Metemos al horno por unos 10 m o hasta que estén bien doraditas.

Sacamos dejamos enfriar, podemos pintarlas con un almíbar de azúcar si queremos que nos queden brillantes y más dulces.



 ¡¡Si os gusta la receta no olvidéis dejarme un comentario, me encanta leerlos y contestaros!!