Cuando se
acerca la semana santa, siempre recuerdo los dulces tradicionales que se
preparaban en casa.
Lo mejor de
todo se esa elaboración, eran las reuniónes de familiares y amigos en la casa. Era
muy divertido, se repartían el trabajo, unos se encargaban de las rosquillas
otros de las magdalenas, los florones, los mantecados, las tortas del día de resureción...
He
estado intentando conseguir las recetas, para poder prepararlas y guardarlas en
este recetario.
Son recetas
sencillas, pero a la vez muy grandes, es la vida, los recuerdos, las tradiciones
de un lugar que no deben perderse. Hay que difundirlo para que permanezcan
vivas.
Las medidas
que pongo, son las que yo puse hasta conseguir el punto apropiado a la masa.
Porque, en la receta original ponía... harina la que admita la masa. en aquellos años, no se pesaban los ingredientes, como ahora. Las cantidades de ingredientes, eran mas bnien a ojo. Normalmente estas rosquillas se preparaban en las casas, en la semana santa y se hacían grandes cantidades que se repartían con la familia.
Se hacían unos cuantos kilos valla, para repartir y para invitar a los amigos y familiares en las meriendas y reuniones que se solían hacer en esta época.
Como ya os he dicho, a demás de las rosquillas, se hacían magdalenas, retorcidos, tortas y mantecados. Me olvidaba de los florones, esa si esta publicada. Podéis verla aquí.
Porque, en la receta original ponía... harina la que admita la masa. en aquellos años, no se pesaban los ingredientes, como ahora. Las cantidades de ingredientes, eran mas bnien a ojo. Normalmente estas rosquillas se preparaban en las casas, en la semana santa y se hacían grandes cantidades que se repartían con la familia.
Se hacían unos cuantos kilos valla, para repartir y para invitar a los amigos y familiares en las meriendas y reuniones que se solían hacer en esta época.
Como ya os he dicho, a demás de las rosquillas, se hacían magdalenas, retorcidos, tortas y mantecados. Me olvidaba de los florones, esa si esta publicada. Podéis verla aquí.
Todos estos
dulces se tomaban de postre o en las meriendas, que yo recuerde… no se
acompañaban con café, no.
Se tomaba con
limonada de vino y frutas, con vino
dulce o vino rancio. (Este era para las grandes ocasiones, para las fiestas)
El caso es,
que tengo ya unas cuantas recetas recuperadas, y entre ellas otra más de rosquillas que son
una delicia. Se comen como pipas.
Se conservan
perfectamente en una lata o un recipiente hermético durante muchos días, pero
no creo que os duren tanto.
Rosquillas de Naranja
Ingredientes:
300 gr de
harina
1 huevo L
60 ml de
aceite de oliva
80 gr de
azúcar
El zumo de
una naranja (85 gr)
Ralladura de
la piel de naranja
6 gr de
levadura química.
Aceite para
freír y azúcar para rebozarlas
Elaboración:
Batimos el huevo
junto con el azúcar, hasta conseguir una crema.
Le añadimos
el zumo de naranja y la ralladura, mezclamos.
A
continuación el aceite de oliva, mezclamos hasta que se integre.
Tamizamos la
harina junto con la levadura, se lo añadimos a la mezcla de líquidos.
Mezclamos y
amasamos en el bol, con la ayuda de una espátula, hasta que la masa se separe
de las paredes y forme bola.
Si la masa
quedara floja podemos añadir un poco de harina más.
Cuando la masa este en su punto. Manejable ni muy blanda, ni
tampoco muy consistente. Lo justo para poder formar las rosquillas.
Podéis hacer una bola y hacerle el agujero con los dedos, o bien cortar con corta pastas. O con un vaso y una boquilla grande como hice yo.
Unas las di forma a mano y otras las corte, el resultado es prácticamente igual así, que como más os guste, o más fácil os resulte.
Podéis hacer una bola y hacerle el agujero con los dedos, o bien cortar con corta pastas. O con un vaso y una boquilla grande como hice yo.
Unas las di forma a mano y otras las corte, el resultado es prácticamente igual así, que como más os guste, o más fácil os resulte.
Ponemos
abundante aceite a calentar, yo lo puse en un cazo para que fuera más profundo,
y fui haciendo poco a poco.
Así pude
controlar la temperatura. No es necesario que el aceite este muy caliente, ya
que se tostarían muy rápidamente por fuera y se quedarían sin hacer por dentro.
Al ponerlas
en el aceite se irán al fondo, pero luego subirán a la superficie, cuando estén
bien doraditas por un lado las volvemos.
Sacamos y
ponemos sobre papel de cocina para retirar el exceso de grasa,
Pasamos por azúcar
y dejamos enfriar.
Están más
ricas si las dejamos reposar un día y las comemos al día siguiente. Ganan mucho
en sabor.
Quedan
crujientes por fuera y muy esponjosas por dentro.
Con un buen
vaso de leche, merienda perfecta para niños y no tan niños.
Podéis seguirme en:
¡¡Hasta pronto!!
nunca las prepare de naranja osea que me apunto la receta.
ResponderEliminarbesos crisylaura