¡¡Vamos a ponerle color a este día gris de otoño!!
Eso es lo que pensé cuando prepare este flan para el
postre de la comida del domingo. Tenía que ser algo rápido, quería utilizar naranjas porque es escila en
mi dieta incluir vitamina c para ayudar
a prevenir resfriados inoportunos.
Y Se me ocurrió hacer un flan con todo esto: fácil,
rápido, fruta de temporada, refrescante, leche, huevos y mi vainilla que no
puede faltar nunca. Resultado Flan de
naranja y sin horno.
Es sencilla de elaborar y suele gustar a todos, aunque si os soy sincera quería estrenar también
unos moldes que me traje de Portugal en mi último viaje y que los había dejado
olvidados en la alacena.
La semana pasada estuve reorganizando mis moldes y
me dio hasta vergüenza ver la cantidad de ellos que aún no he utilizado. Y que
ni me acordaba que los tenía. Así que he decidido adaptar las recetas a todos
ellos y darlos uso en breve.
Y el primero
de la lista, este molde. Es estupendo, me encanta comprar cacharrería y
porcelana en este país. Llevo haciéndolo muchos años.
Flan de naranja y vainilla sin horno
Ingredientes:
125 ml de leche
125 ml de zumo de naranja
40 g de azúcar moreno
2 Cucharada de
miel
2 yemas de huevo
Cascara de naranja.
2 hojas de gelatina
2 cucharadas rasas de maicena
1 Vaina de vainilla, las semillas
Elaboración:
En un cazo ponemos la leche con las semillas de la
vaina de vainilla, la miel y la cascara de naranja. Lo ponemos a fuego suave para que tarde en
hervir, y se valla aromatizando.
Mientras coge temperatura ponemos las dos cucharadas
de maicena en el zumo y mezclamos hasta que se disuelva.
Añadimos las dos yemas batidas, al zumo.
Ponemos las dos hojas de gelatina en agua fría para
que se hidraten.
Cuando esté a punto de hervir la leche, retiramos del fuego. Le quitamos la cascara de naranja, colamos. Ponemos nuestra mezcla
con el zumo y movemos para que se integre y pierda temperatura.
Ponemos de nuevo al fuego suave y sin dejar de mover,
le añadimos las hojas de gelatina, bien escurridas. Dejamos al fuego por unos
minutos para que espese.
Retiramos del fuego y movemos de vez en cuando hasta que
pierda temperatura, y quede una crema fina y sin grumos.
Vertemos nuestra mezcla en moldes, que previamente
habremos caramelizado con azúcar moreno o le ponemos caramelo comprado. (Yo le puse muy poco caramelo)
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