Tenía ganas de preparar la tarta Saint-Tropez, que hacía ya tiempo que tenía
la receta en pendientes y marcada en un libro.
Entonces me acorde no sé muy bien porque de Luis Olmedo, había visto en su
blogs My european Cake esta receta pero en vez de en tarta en pequeños
pastelitos.
Me di un paseo por su blogs, allí estaban estos pequeños, tan bonitos y
apetecibles.
Como este pastel lo iba a llevar a una reunión, pensé que lo mejor era hacerlos
individuales. Fue todo un acierto, quedaron preciosos y buenísimos. Yo prepare
el doble de los ingredientes que aparecen en la receta, porque también deje una
buena parte en casa.
Lo único que cambie fue el relleno, normalmente este pastel va relleno de
crema.
Quise darle un toque diferente, los deje sin relleno y lleve un tarro de
la mermelada última que he preparado (para verlo pinchar aquí). Y por cierto que era el último tarro,
pero me encanto ver sus caras al probarlo. Mereció la pena, Gusto muchísimo,
tanto que tengo algunos encargos para preparar, y aprovechare para quedarme con
unos cuantos en la despensa.
Otros, los rellene con crema de soja. Nunca había probado esta crema
aunque si había oído hablar de ella porque en Italia es muy conocida, muchos
blogueros italianos la utilizan en los postres.
Me la encontré de casualidad, cuando hacia la compra en l super de un gran almacén
que no voy a nombrar, pero que todos conocéis.
No sé, si la he dado buen uso, pensé que era para montar, y al
abrirla la encontré tan densa que la utilice tal cual.
Yo no dije que tipo de crema era. Y pasó por una crema de caramelo y avellana que es el
sabor que tiene. Al ser tan densa con poca cantidad es suficiente para
rellenar. Aunque creo que quedaría estupenda untada sobre una tostada,
acompañada de un té de naranja y chocolate, que me gusta mucho. Últimamente me
estoy aficionando a probar nuevas infusiones. Pero sin dejar a un lado a
mi querido café, que tanto me gusta.
Este bollo que tiene aspecto de brioche, pero... que no lo es. Ya que la
mantequilla se pone al principio y derretida. (En el brioche siempre se
incorpora al final y en pequeños trozos). El sabor es parecido al del roscón y
algunos bollos de origen árabe por el toque que le aporta el agua de azahar. Me
encanta el sabor y el olor, y sobre todo al hornearlo.
¡¡El aroma que desprende
es...mm!!. No se como explicaros, me hace sentirme bien incluso diría que me aporta unos
segundos de felicidad inigualables.
Yo suelo poner en él te o la manzanilla unas gotas de agua de azahar. Le dan un sabor buenísimo, es relajante y ayuda a dormir mejor.
Pero ojo, hay muchos en el mercado despues de provarlos todos me quedo con el que compro en la farmacia. Es más
caro, pero dura mucho. Y de todos los que he probado es el que más me gusta.
Este pastel lleva por encima azúcar pero yo le puse almendra como aparece
en la receta de Luis y esta buenísimo.
No me enrollo más, vamos al lio.
Pastelitos tropeziénnes
Ingredientes:
300 gr de harina de fuerza
60 gr de
azúcar moreno
6 gr de sal
75 gr de
mantequilla derretida
20 gr de
agua de azahar
1 huevo L
De 100 a 125
gr de leche entera.
15 gr de
levadura fresca de panadería o 5 de levadura seca de panadería
Almendras
crudas en cubitos pequeños.
Elaboración:
En un bol
colocamos la mantequilla derretida y templada, el azúcar y la sal.
Agregamos el
agua de azahar y el huevo. Incorporamos la harina y la levadura.
Dependiendo
de la capacidad de absorción de la harina que utilicemos, vamos a incorporar al
inicio 100 gr de leche. A medida
que vaya amasando si vemos que necesita un poco más iremos incorporando, pero
muy poco a poco hasta conseguir una masa que no se pegue. Yo solo puse 100 gr.
Amasamos a
velocidad baja con el gancho amasador durante unos 10 minutos.
Colocamos la
masa en forma de bola, en un bol engrasado con aceite. Tapamos y dejamos levar
una hora o hasta que doble su volumen.
Una vez duplicado su volumen, hacemos un
cilindro y cortamos piezas de 45 g.
Boleamos
cada porción y sellamos plegando hacia el centro.
Ponemos
sobre papel vegetal en una bandeja de
horno, nuestras bolas y aplastamos un poco. Dejaremos levar 2 horas.
Horno precalentado
a 180º.
En un bol
ponemos las almendras picadas con un poco de agua de azahar.
Pintamos los
bollitos con huevo batido con un poco de leche. Y pondremos por almendra por
encima.
Levamos al
horno por unos 20 minutos.
Sacamos dejamos enfriar y
los podemos rellenar, con lo que más nos guste. Sin relleno a mí me gustaron
mucho.
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