Estas deliciosas
galletas escocesas, son conocidas en todo el mundo. ¡¡Quien no haya probado estas galletas, no
sabe lo que se pierde!!
Son unas galletas
sencillas con apenas tres ingredientes. Aunque hay recetas de todo tipo, hoy
nos centramos en la receta tradicional.
Harina, mantequilla
y azúcar son los ingredientes que vas a necesitar para le elaboración de estas
deliciosa galletas.
No necesitas nada más
que un bol una espátula, tus manos y lo más principal las ganas y el cariño que
le pongas.
Tenéis un video
donde podéis ver, el paso a paso de esta elaboración.
Hay muchas rectas en
las que utilizan una parte de harina de maíz y otra de trigo. Le podéis añadir
alguna esencia, yo en esta ocasión y para terminar la masa que le faltaba
humedad le añadí una cucharada sopera de esencia de vainilla.
Espero que os guste
la receta y os animéis a prepararla.
Shorbread (Galletas
escocesas)
Ingredientes:
250 gr de
mantequilla
380 gr de harina
120 gr de azúcar glas
1 Cucharada de
esencia de vainilla (opcional)
Elaboración:
Ponemos en un bol la
mantequilla, es importante que este a temperatura ambiente al menos un par de
horas antes de elaborar la receta.
Le añadimos el azúcar
glas, mezclamos hasta incorporarlo a la masa y formar una crema.
Le añadimos la
harina poco apoco y tamizada, mezclamos hasta incorporarla.
Cuando cueste moverlo
con la espátula, podemos terminar el proceso con las manos.
Extendemos sobre un
papel vegetal, dando forma de rectángulo y dejándolo de 1 cm de grosor.
Llevamos a la nevera
por 30 minutos, para que coja consistencia.
Marcamos las
galletas, formando piezas del mismo tamaño. (En el video os explico cómo
hacerlo)
Podemos marcar unas
incisiones con un tenedor para que sean muy parecidas a las originales.
Dejamos en la nevera
hasta que estén muy frías. Evitando manipularlas en exceso, ya que es una masa frágil
y pueden romperse.
Calentamos el horno
a 160º metemos las galletas por un total de 20 a 25 m dependerá del horno.
Cuando los bordes
empiecen adorarse, será el momento de sacr4las del horno.
Dejamos que se enfríen
un poco y cortamos con cuidado las porciones.
Separamos y cuando estén
templadas las pasamos a una rejilla.
Una vez frías serán resistentes.
Podéis guardarlas por más de 2 meses en un envase hermético. Aunque dudo que os
duren tanto.
¡¡Nos vemos en la próxima
receta!!
¡¡Mientras tanto, sonríe
y se feliz!!
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