Hace ya más de dos
años que no preparaba este pastel de yogurt al horno. Cuando fui al súper al
comprar los yogures y ver las tartas de queso pequeñas, me acorde de ella.
Su aspecto es muy similar
a una tarta de queso, su textura también. Pero no lleva queso,
solo lleva yogurt, la preparo con yogurt light.
Apenas lleva
ingredientes, se prepara rápidamente y os aseguro que no os dejara en mal lugar,
cuando la presentéis a los postres de una comida familiar o en una merienda
informal.
Esta tarta de yogurt
con horno junto con la que preparo sin horno, tienen un puesto muy especial en
mi recetario.
Gusta a todos, admite acompañarla con sirope, helado, fruta fresca, chocolate en cualquier
de sus versiones, cítricos. Cualquier salsa o cobertura le va bien. Podéis adaptarlo
a vuestro gusto.
le pongo azúcar moreno (poco), si os gusta muy dulce podéis añadir unos 25 gr más.
Con estos
ingredientes se prepara una tarta pequeña, para un molde de 16 a 18 cm. Si
quieres hacerla más grande, tendrás que modificar las cantidades.
Es importante que forréis
el molde con papel vegetal, y los laterales sean el doble de alto que el molde.
Sube mucho en el
horneado, aunque después baja. Si no lo preparáis así puede que se desborde.
Pastel de yogurt griego
light
Ingredientes:
370 gr de yogurt
griego natural light
3 huevos L
75 gr de azúcar moreno.
(Molido)
35 gr de maicena
8 gr de levadura
química
Ralladura de limón o
lima
Zumo de medio limón
o lima.
Elaboración:
Separamos las yemas
de las claras.
Batimos las yemas
junto con el azúcar molido. Hasta que doble su volumen.
Añadimos el yogur,
la ralladura y el zumo, mezclamos hasta que se integre.
Tamizar la maicena junto
con la levadura y añadir a la mezcla de las yemas, incorporar con movimientos suaves.
Montamos las claras
a punto de nieve. Y las vamos añadiendo poco apoco hasta integrarlo todo y
tener una masa lo más aireada posible.
Calentamos el horno
a 170º
Forramos un molde de
18 cm con papel vegetal, vertemos la masa en el.
Llevamos al horno,
mantendremos por 15 m a 170º y después bajaremos a 150º y dejaremos 30 m más.
Apagamos el horno y
dejamos la puerta entreabierta, con el pastel dentro
Lo mantendremos allí
hasta que este frio para evitar que baje lo menos posible.
Después dejaremos
enfriar por completo y guardaremos en la nevera por unas horas. Lo mejor es
prepararlo el día anterior y dejarlo toda la noche en el molde.
Podemos servirlo así
con un poco de azúcar glas por encima o podemos cubrirlo con chocolate o
gelatina de la fruta que más os guste.
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