lunes, 28 de marzo de 2016

Mermelada de fresas con balsámico y jarabe de remolacha.


En mi última visita al endocrino, por revisión anual de tiroides. Me puso a dieta para mejorar mi salud y eliminar unos kilos que me sobran.
 
En la dieta, tengo que consumir mermelada si azúcar en algunas ocasiones. Así que... pensé en prepararme algunas y en pocas cantidades para ir variando de sabores y sin azúcar claro.




Hace tiempo que leí algo sobre los beneficios de la remolacha y lo buena que es para las dietas. Como tengo en casa un tarro de jarabe de remolacha, que compre ya hace un par de meses y aun no le había dado uso reposteril. Me decidí a utilizarlo en esta receta, por endulzar un poco la mermelada.

Por otro lado, al ir a preparar la receta me di cuenta que no tenía limones. Entonces decidí añadirle un poco de vinagre balsámico de Módena. 
Que es una perfecta combinación con las fresas y su maceración.


Así en unos minutos mate dos pájaros de un tiro. El azúcar lo sustituí por el jarabe de remolacha. Si no lo habéis probado os lo recomiendo tiene un dulce muy característico. Ideal también para la preparación de galletas.
El limón, por vinagre balsámico y os seguro que fue todo un acierto. Me encanto el resultado de la mezcla de los tres sabores fresa, balsámico y remolacha co. 
A mí me ha gustado mucho incluso creo que la próxima vez le añadiré un poco de vino de oporto, que le aportara un aroma y sabor exquisito.

El resultado es un sabor agridulce. Por lo que es una mermelada exquisita para acompañar a un plato salado de carne de cerdo o de caza. Incluso creo que la probare, al elaborar alguna salsa.

Es muy sencilla y rápida de preparar.
Las cantidades  que pongo, son para preparar un tarro pequeño de mermelada si queréis hacer más, tan fácil como aumentar las cantidades.


 Mermelada de fresas con balsámico 
y jarabe de remolacha.

Ingredientes:
250 g de fresas limpias y sin pedúnculo.
2 cucharadas soperas de aceite de moderna.
1 cucharada sopera de jarabe de remolacha.

Elaboración:
Ponemos en un cazo las fresas limpias picadas.
Con las dos cucharadas de balsámico y la cucharada de jarabe de remolacha.
Dejamos macerar unos 30 m
Ponemos al fuego medio y removemos de vez en cuando. En apenas 15 m estará lista.
Queda espesa no hay necesidad de añadirle nada más.
Si no es vuestro caso, dejáis al fuego para que reduzca, hasta conseguir la textura deseada.
Podéis triturarla o dejarla así. Como más os guste.

En caliente la ponemos en un tarro de cristal esterilizado. (Basta con ponerle en agua hirviendo durante unos minutos junto con la tapa)

Tapamos dejamos enfriar y estará listo para consumir.




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