No podía dejar que acabara el mes sin poneros esta estupenda tarta de almendra y fruta de temporada.
Esta trata es muy
sencilla, pero que queda muy rica. La almendra le aporta sabor y una textura
diferente en boca, diferente a un bizcocho tradicional. El toque de la fruta le aporta
jugosidad y frescor.
Revisando en mi
alacena, encontré un par de paquetes de almendra molida y decidí darle uso, no
tuve que pensar mucho, me vino a mi mente, la riquísima tarta de Santiago.
Y además, faltaban
solo un día, para la fiesta del Santo, me venía genial para postre o merienda para el
día de la festividad. Pero… este año, con mi toque personal.
Que me perdonen mis
amigos gallegos, pero como suele pasarme la imaginación se me desborda con
ideas, y no puedo resistirme a cambiar algo,
dándole mi toque personal.
Tampoco os asustéis,
que solo puse fruta y un poquito de jerez.
Dejando a un lado que esta tarta la he preparado yo, y como no tengo abuela… ¡¡Esta de lujo!!
Animaros, prepararla
y me contáis.
La fruta puse la que
me apetecía en ese momento, pero podéis sustituirla por otra que os guste más. Siempre
que tengáis en cuenta, que no debe soltar mucho jugo porque si no la masa no quedaría
bien.
Por encima le puse azúcar moreno antes de hornear. Después
para decorarle puse un poco de azúcar glas avainillado casero, del que preparo
en casa. Con mi diseño de dibujo particular, con una de mis plantillas. Y quedo
muy chulo. Y dicho esto… vamos
con la receta.
Y dicho esto… vamos
con la receta.
Ingredientes:
250 gr de almendra
molida
250 gr de azúcar
4 huevos
Ralladura de 1/2 limón
¼ de vasito de jerez
Azúcar glas para decorar
Una pizca de sal.
Albaricoques.
Elaboración:
En un bol ponemos la
harina de almendra, el azúcar, la
ralladura de limón y la pizca de sal, mezclamos todo.
Batimos los huevos y
se lo añadimos a los ingredientes secos, junto con el jerez.
Mezclamos hasta
conseguir una masa homogénea.
En caso de que
quedara una masa muy espesa le añadimos un poco de agua hasta conseguir una
masa mas suave.
Colocar la mezcla en
un molde forrado con papel vegetal o engrasado y enharinado.
Cortamos los
albaricoques por la mitad y les damos cortes sin llegar al final para formar un
abanico. Colocamos por encima de la
masa.
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