TARTA DE FRESAS CON NATA

Buenos días a todos, como ya os adelante ayer en la  página del Facebook hoy os traigo un postre de fin de semana para que disfrutes en buena compañía, esta tarta yo la hago mucho en temporada de fresas y en mi casa gusta mucho. Además de eso, la fresa es un alimento que tiene muchas proteínas y pocas calorías para los que os preocupe la dieta.  Favorece la digestión, tiene antioxidantes, vitamina C,  manganeso… en fin que es una  fuente de salud que no debemos desaprovechar y no engorda nada.  Y ahora pensareis y la nata… Pues la nata es una fuente de calcio para el organismo que no tomándola en exceso..., Que no penséis en la nata, después nos damos un buen paseo y arreglado… jajajaja.

 Venga empecemos con la receta de hoy:

TARTA DE FRESAS CON NATA

Ingredientes:  Vamos por partes

Bizcocho

150gr Harina

4 Huevos

150gr Azúcar

10gr Levadura

Almíbar

1  Vasito de agua

2 vasitos de azúcar.

Cascara de naranja.

Nata

500cl de nata para montar

Azúcar glas al gusto.

Y el ingrediente estrella de la receta: “Unas buenas fresas”

Elaboración:

Separamos las claras de las yemas.

Batimos las yemas, e incorporamos el azúcar,  batimos hasta conseguir una crema blanquecina. Le incorporamos la harina con la levadura y mezclamos bien.

Montamos las claras a punto de nieve que le iremos  añadiendo poco a poco. Incorporándolas a  la masa con cuidado, con movimientos lentos y envolventes para evitar que se nos bajen.

Cuando tengamos todo bien mezclado, pondremos en un molde para tartas. Previamente engrasado y enharinado.

Precalentamos el horno 180º y en  15 minutos tendremos el bizcocho listo. Sacamos del horno dejamos enfriar y desmoldamos con cuidado.

En esta ocasión hice tartas individuales por lo que cambie el molde de tartas por una bandeja forrada con papel de horno y me quedo un bizcocho fino el cual fui cortando círculos con un aro, para después montar mis tartitas de ración.  Esto a vuestra elección lo que más os guste.

Mientras que esperamos a que el bizcocho esté listo… Ponemos en un cazo al fuego el azúcar con el agua y la cascara de naranja, dejamos que el azúcar se disuelva para obtener nuestro jarabe que utilizaremos más adelante para bañar el bizcocho de la tarta.  Una vez retirado del fuego dejaremos que enfrié antes de usarlo. Después colaremos o retiramos la cascara de naranja. Podéis hacerlo el día antes y una vez frio conservar en la nevera.

También montaremos la nata, que es muy sencillo  como ya os conté en los canutillos rellenos de nata. Solo tenéis que montarla con las varillas de la batidora,  para que suba bien no olvidéis que tiene que estar muy fría. Cuando este casi a punto le vamos añadiendo el azúcar glas poco a poco hasta que consigamos el punto  de dulzor que nos guste.  Y conservamos en la nevera par que no pierda el frio y no se nos baje. 

Una vez que tengamos todo preparado. Solo tenéis que montarlo.

La fresas ya lavadas las podéis poner enteras o en trozos o fileteadas como más os guste.

Yo en esta ocasión utilice trozos y láminas.

Siento no tener fotos del paso a paso del montaje. Pero es fácil:

El bizcocho si habéis hecho uno grande, lo cortáis por la mitad con un cuchillo de sierra y tendréis dos bases.

Colocáis la primera base y mojáis con el almíbar con una brocha por la totalidad del bizcocho, es muy importante que este bien frio tanto el bizcocho como el almíbar, a continuación pones una capa de nata y unos trozos de fresas por encima.  Colocáis la segunda tapa del bizcocho que también habremos pintado con el almíbar.

Como es nuestra última capa en este caso, pondremos una capa fina de nata  que la podéis extender con una espátula  de pastelería pero si no tenéis un cuchillo grande os servirá, colocaremos nuestras fresas en láminas encima con cuidado y llevando un orden. Podéis ir haciendo círculos desde fuera  hacia dentro hasta cubrirla.

Una vez colocadas todas las fresas las pintaremos con el almíbar para darlas brillo. Colocaremos el resto de la nata en una manga pastelera con la boquilla de estrella y dejar volar la imaginación poniendo en los bordes pequeños coñetes y uno grade en el centro donde podéis poner una fresa entera o como se os ocurra o más os guste este sería el momento para que cada uno ponga su toque personal  y disfrutéis haciéndolo que eso también es muy importante. Cuando esté terminada solo queda colocar en la nevera hasta el momento de consumir  y…eso es todo.

Como veis un postre estupendo, barato, fácil y muy rico. Eso sí le tenemos que dedicar un poco de tiempo pero ya veréis como merece la pena.

¡FELIZ  Y DULCE FIN DE SEMANA!